Estos días sigo publicando mi primera novela "Ángela", es una historia de amor y de lo que más orgullosa me siento, como casi siempre, es de los personajes. Aunque reconozco que en esta tuve un par de buenos momentos y se me ocurrieron varias frases que, a mí personalmente, me encantan.
Ángela
Durmió hasta la una del día siguiente. Cuando se
incorporó de la cama se avergonzó de haber dormido tanto tiempo. Bajó al comedor
apresurada, descalza y encontró a su abuela en la cocina.
La rodeó y le dio un fuerte beso en la mejilla, como
tantos años atrás.
- Buenos días abuelita, veo que estás preparando mi
tarta favorita.
- No por ti, sino por la pequeña, la voy a empezar a malcriar
desde ahora mismo.- Acarició el abdomen de su nieta y sintió un ser que se
movía despacio en su interior.- Veo que la pequeña tiene hambre, ¿no la oyes
dando vueltas en tu interior?
- La verdad es que sí.- Niam sonrió a Segunda.- Creo que
también protesta porque ayer la tuve despierta hasta muy tarde y hoy la deje
demasiado tiempo durmiendo.
- ¡Meu rei!- Llamó Segunda a su marido.
El abuelo apareció por la puerta y vio a sus dos mujeres
favoritas en la cocina.
Su mujer y su nieta.
Niam había sido la
debilidad de Manuel desde el momento en que llegó al mundo, por eso se había
pasado meses consultando una enciclopedia de nombres celtas para darle un
nombre con leyenda a su nieta. Y Niam, diosa de la juventud le pareció el más
adecuado.
- Buenos días, pequeña
Niam.- El abuelo se acercó a su nieta y le dio un saco de terciopelo de tamaño
pequeño.
Dentro encontró una
cadena de plata y colgando de ella un antiguo signo celta de protección, el
abuelo Manuel lo había heredado de su abuelo y sabía que llevaba siglos en la
familia.
Era una imagen de un
halcón.
- ¿Qué es abuelo?
- Es una antigua reliquia
celta que lleva en nuestra familia muchos siglos, Seabhac, el halcón, el protector de nuestra
familia, Niam.
Según una antigua leyenda
celta... bueno, realmente es una poesía y se dice que Seabhac es una lágrima
del sol. Lo antiguos celtas decían que era el animal más antiguo y que él era
el mensajero de los dioses junto con Drui-En, el Reyezuelo.
- ¿Tenemos protector?
- Así es.- Manuel pareció
revivir, sabía que era el momento de contarle a Niam el origen de su familia.
Una de las más antiguas de la comarca.- Mi tataratatarabuela era descendiente
de una antigua tribu celta, decían que pertenecía a una familia de druidas y
algunos incluso decían que provenía de la familia de Finn McCool
Este el signo que nos otorga valor y
fortaleza.
Debes guardarlo, creo que
todavía tiene una buena parte de sus poderes mágicos y por eso te lo doy a ti, tú
se lo debes dar a tu primer nieto, él a su primer nieto y así sucesivamente.
Es importante mantener la
tradición, pequeña Niam.
- Significa mucho para
mí, abuelo.- Niam sonrió al anciano y se vio rodeada por sus fuertes brazos y
sintió el peso del Seabhac sobre su pecho.
- Nunca te lo quites, te
protegerá del mal, es un regalo muy especial.
Lo sé porque lo he llevado conmigo
hasta que he visto que tú lo necesitabas más que yo.
- Estoy segura de que
sí.- Segunda acarició el rostro de su marido y le dio un beso en los labios.
Niam se dedicó a mirarlos
y sonrió.
Acarició suavemente el
Seabhac y creyó que de verdad tenía poderes mágicos, porque se sentía mejor.
- Lo que hemos pensado
también tu abuelo y yo es que te quedes en nuestro pazo para siempre, sus herederos
son tu padre y tu tío, pero ellos no tienen el más mínimo interés en este
edificio tan antiguo.
Tu padre ya tiene su
propia casa aquí y tu tío también.
Habían acordado venderla
así que nosotros fallezcamos, pero... lo hemos pensado bien... – Segunda sonrió
a su nieta.- Tú serás la heredera legítima del pazo Ponce, Niam.
- No... no puedo
aceptarlo... es vuestro y vosotros todavía viviréis muchos años más.
- No es un obsequio,
Niam.- Manuel sonrió a la nieta.- Es una obligación. Al entregarte el Seabhac
te cedo el pazo.
Pensaba dejar el Seabhac
enterrado en algún lugar de este pazo, ya que sigue siendo su protector. Pero
si doy el Seabhac con él doy también la responsabilidad de cuidar esta pequeña
joya que hemos heredado desde tiempos inmemoriales.
Creo que por primera vez
me doy cuenta porque me siento más unido a ti que al resto de nuestra familia.
Por ti mana la sangre
celta y esta gritando porque te quedes. ¿No lo sientes tú también?
- Niam sonrió a su
abuelo.
Al principio había creído que lo que sentía por sus venas
era estrés, nervios por dejarlo todo abandonado y echar a correr hasta un sitio
desconocido. Ahora ya lo sabía, eran el pazo y el Seabhac quienes la habían
llevado hasta allí, su destino.
- Creo que sí... y ella
también está gritando para que me quede.- Acarició su abdomen y sintió como su
hija daba un bote de alegría al conocer la decisión de su madre. Las dos debían
vivir juntas y cuidar el Seabhac.
Abuelo, abuela... acepto
la responsabilidad de mantener vivo este lugar, forma parte de nosotros.
- Los dos miraron a Niam
y al punto comenzaron a llorar, se dieron un fuerte abrazo y cogieron a su
nieta y la situaron en medio de ambos.
Habían esperado mucho tiempo para darle el
Seabhac, lo habían sabido cuando en las Navidades anteriores había ido sola a
pasar esas fechas con ellos.
Supieron que su marido la
hacía infeliz, pero no querían atarla por el momento. Necesitaban que
regresara, que fuera consciente del encargo tan importante que le habían
encomendado. Por fin el Seabhac regreso a las manos de su nuevo guardián.
Y aunque ella no lo
sabía, la magia corría por el Seabhac .
Y él, que en su interior mantenía el alma de
un halcón, prometió cuidar de ella y darle lo que ansiaba, esa había sido su
misión durante muchos años, desde que el Mago Merlín lo regaló a una familia
que le había ayudado muchos siglos atrás.
- Me quedaré en este que
es mi lugar, aquí donde están mis raíces y mi origen, he regresado a la tierra
que me dio la vida.
Ahora me siento llena de
felicidad y energía.
He tardado veinte años en
descubrir que la felicidad no consiste en tener dinero, que lo tengo, sino en
poder estar rodeada de personas a las que quieres y que te quieren.
Y que sabes que nunca te
fallarán, como tú tampoco a ellas.
Gracias por ofrecerme la
posibilidad de redimirme.
- ¡Ay, filliña!- Segunda
se abrazó fuertemente a su nieta y la acunó en sus brazos.- Ahora sí que
seremos verdaderamente felices.
- Tú llenarás esta casa
tan vacía y nos traerás alegría a nuestras vidas.
- Mañana iré a buscar
trabajo y os ayudaré en todo cuanto pueda.
Voy a hacer lo imposible
por vuestra felicidad, yo os ayudaré y cuidaré de vosotros.
Por una vez en todo este
tiempo me da la sensación de que hice lo correcto dejando atrás mi pasado.
Sé que mi futuro está
aquí, que volveré a recordar quién soy y porque soy la que soy.
Hasta el próximo "Hablemos" :)
Meu rei
significa en español mi rey.